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miércoles, 31 de marzo de 2010

REQUIEM POR UN SELLO


Érase una vez un sello, modesto y humilde, sereno y contenido pero tan elegante y bello que hasta los ángeles del cielo suspiraban por admirarlo.
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En la tarde-noche de ayer la tragedia se consumó, el sello se difuminó y Córdoba palideció. Los ángeles guardianes del buen gusto enfermaron y plegaron sus alas, el gusto y la elegancia se vistieron de luto y las aceras enmudecían al paso de tan abominable cercenamiento.
¡Qué belleza! ¡Qué bonita! ¡Que señora! ¡Qué compungida!
Entonces…¿Qué pasa? ¿Qué ocurre? ¿Por qué se masca la tragedia en el alma cofradiera?
Unas rosas que querían y no pudieron, unas que estuvieron y nunca debieron de estar. Córdoba la esperaba, de color encarnado y suave, pero se encontró con el capricho y el infortunio .Amarga caída y pérdida de un sello que el cajón de las emociones compartidas recuerda como el viejo a su niñez ¡La pérdida de un sello…! ¡Qué calamidad! ¡Qué aberración estética! ¡Qué manera tan triste de extraviar lo que nos diferencia del vecino, del de al lado!
El capricho personal como exponente máximo de la arrogancia estética, sin reparar en el daño realizado.
Solo espero que este Martes Santo sea un espejismo, un pequeño pez en medio de un enorme océano. Córdoba espera que ELLA, siempre brille entre manojos encarnados de finas sonias y que nunca se debilite lo que la hace única, lo que nos hace únicos, los que nos hace distintos… el sello.

martes, 30 de marzo de 2010

"Por un Puñado de Dólares"




Sostenía el periodista Mellado, en una crónica del Diario Córdoba del Lunes Santo, que las autoridades, estamentos y población en general tienen la obligación de respetar a las cofradías por el mero hecho del beneficio que estas suponen para la sociedad. Para ello se apoyaba en un estudio emitido por reputados economistas que analizaron las diferente variantes socioeconómicas que se mueven en el ámbito de las cofradías. Una vez estudiadas y cuantificadas, se emitió juicio al respecto “Respetar a la Semana Santa”.
Como dijo el profesor del Club de los Poetas Muertos “Las poesías no son tuberías, no se puede cuantificar ni medir la intensidad de un poema”.
Sr. Mellado, no se puede cuantificar los sentimientos del alma, no se pueden calcular la hondura de las creencias que parten del lugar más intangible de nuestras vidas y nuestras vivencias, no se puede pretender interpolar linealmente, derivar, integrar o realizar una matriz “3X3” de una supuesta ecuación juanmanuelina, o representar como una asíntota vertical el arrebato de la Plaza del Duque. No se puede Sr. Mellado, realizar calculo diferencial sobre las distintas formas de andar de los misterios “Si anda sobre los pies será de Bernouilli, sin embargo si hace lanzada puede ser lineal o de variables separadas”. No se puede Sr. Mellado integrar o parametrizar la Fe en Dios, en un Dios que se hizo carne para decirnos lo que nos quería. Es profundamente inmoral, regalarles la trinchera a los que lejos de estar en nuestro bando se sacuden sus despojos y ganan nuestro terreno intentando hacer carroña de nuestra posesión más preciada: La Verdad, para convertirla en fajos de billetes.
Se ha cargado la libertad Sr. Mellado, ha colocado el bien material como un valor que justifica nuestro DERECHO a manifestar nuestra Fe. Hemos prostituido (ya es un fenómeno generalizado en las cofradías), de una manera vil y rastrera el sentido de nuestras cofradías. Y todo por unas tristes subvenciones y la comodidad de huir de los problemas “Por mi causa te perseguirán”.
Muchos cofrades, entre los que me encuentro, seguimos pensando que no tenemos que justificar nada a nadie. No tenemos que colocar el dinero como un valor que transmitir a la sociedad, sino más bien entregar el testimonio de la Fe y la entrega a la sociedad.
Lo que propugna, Sr. Mellado es tremendamente arriesgado y peligroso, ¿Qué será pues si nuestros desfiles pierden interés turístico? ¿Tendremos que cangrejear delante de un palio desde las catacumbas? ¿O tendremos que volver a meter a la Reina de San Gil en un cajón?
Yo seguiré saliendo a la calle a hacer profesión pública de Fe, con mi cristo. Sin gente, sin Carrera Oficial, en parihuelas, sin bandas, con miedo o sin miedo. Pero seguiré dando testimonio siendo fiel a la llama que recibí con mi bautismo hace ya unas décadas.
El año que viene seguiré aguantando tirones de mi blanca capa, zamarreos, insultos, niños irreverentes, gritos, burlas ante la impasividad de las Fuerzas de Seguridad y de nuestros propios dirigentes y hermanos mayores...y todo, Por un Puñado de Dólares...

viernes, 26 de marzo de 2010

Familia del Huerto


Vía Crucis del Huerto











Esclavina



En esta fotografía se puede ver al que suscribe cogido de la mano de su madre, vestido de esclavina. El año no lo recuerdo de una manera exacta pero puede rondar 1983-1984.

En esos años, las esclavina todavía no formaban parte del cortejo tan chicos, por lo que este niño iba detrás del paso.

Hábitos que me gustan. La Soledad de Santiago.


jueves, 25 de marzo de 2010

LA CANDELARIA: 25 AÑOS DE DEVOCIÓN MARIANA




A las puertas de la Semana Santa del año 2002, no podemos pasar por alto una nueva y emotiva efemérides para la Hermandad del Huerto. Acontecerá, si Dios quiere, la 25ª salida procesional de nuestra Madre Candelaria. Allá por el año 1978, tuvo lugar tan importante hito en la historia de nuestra cofradía. Con tan solo siete años, el que suscribe, acompañó vestido de esclavina a nuestros titulares escoltando, precisamente el estandarte simpecado. Aquel año los niños de esclavina fueron novedad (salieron por primera vez y tan solo dos).Los veinticinco años de andadura del paso de la Candelaria son también mis veinticinco años participando en el desfile procesional y ambas cosas son un orgullo y motivo de satisfacción por la devoción que siento por mis queridos titulares, emanada de la que mis padres me supieron inculcar fiel a la tradición de las familias cofradieras, en las cuales se afianzan las raíces de las devociones más profundas y sentidas.
Los recuerdos de aquella primera estación de penitencia más acumulados de nostalgia indeleble, de tristeza por el transcurrir implacable del tiempo, pero sobre todo de ilusión, la ilusión de un niño tocado en el corazón por una inmensa felicidad y que vivió muy de cerca los sentimientos de quienes, con todo el amor del mundo reflejado en una entrega obsesiva, preparaban esta, esa, aquella primera salida. Aquel Domingo de Ramos por la mañana, postrados delante de los pasos recuerdo los rostros extasiados de los hermanos agotados por el esfuerzo de última hora que veían, como una madre cegada en sus retoños, tan solo belleza y perfección en cuanto tenían delante de sí ¡Qué maravilloso es todo esto! Un paso de palio en la calle, humilde, modesto, pero para todos lo más maravilloso del mundo. El esfuerzo por consumar dicha realidad, fraguada en no demasiado tiempo, fue insaciable. Se luchaba contra las adversidades más elocuentes, la falta de liquidez económica en aquellos años de resurgir cofrade era la nota dominante y los hermanos la suplían con trabajo y entrega personal. las ocupaciones laborales se ponían al servicio de la hermandad y se llegaba a situaciones límite, hoy inimaginables.
Debido a mi corta edad, los recuerdos son sentimientos del alma, instantáneas de aquellos momentos, pues a pesar de haber transcurrido tan solo 25 años y de suponer mi bautizo oficial como cofrade, las imágenes se encuentran en blanco y negro, prueba inequívoca de la autenticidad del acontecimiento.

Jamás olvidaré el palio de malla rojo, la más que humilde candelería, los respiraderos de cinta, los gladiolos blancos en las esquinas, el pelo de la Candelaria, los sones de la Estrella de Alcalá de Guadaira...he ido cumpliendo años y se han ido sucediendo una tras otra salidas procesionales de la Madre Candelaria. Unas más brillantes intensas, otras discretas, otras inconclusas o incompletas aderezadas por el líquido elemento y aún me recreo en las imágenes que el papel bromo que entonces inmortalizó torpemente ayudándonos de una cámara fotográfica que también forma parte ya de la historia.
No quisiera pasar por alto varios momentos destacables más en mis bis a bis de adolescente con la Candelaria. para mí que la imagen fuera de autor anónimo o dieciochesca le proporcionaba un valor especial a mi devoción, pero a la vez un misterio no desvelado, comunicando desasosiego en un joven curioso e inquieto. Cuando la autoría y la datación salieron a la luz , mis intrigas se apagaron y un suspiro llenó de cercanía mi "amistad" con la Candelaria.
Otro momento rescatado del recuerdo fue cuando aún muy pequeño y junto a mi familia y otros hermanos del Huerto, viajamos a Sevilla, al taller de Manuel de los Ríos y a la basílica de la Macarena, con motivo de la ejecución de los respiraderos del paso de palio, que con tanta decicación y esfuerzo se lograron relizar, siendo aún el basamento ornamental el caminar de la Candelaria, rezumando historia de dos lustros.
Me llena de satisfcción el pensar que muchos de los hermanos del Huerto, jóvenes y protagonistas de entonces, son ahora personas maduras (entre ellos mis padres), para las cuales la Hermandad del Huerto fue, es y será algo importante en sus vidas para siempre.
Cuando el próximo Domiengo de Ramos, fiel a la tradición, haya nervios en casa horas antes de la salida, prepare con mimo y cuidado mi hábito nazareno, cruce mi querido Puente Romanoen busca de mi iglesia franciscana, me detenga a contemplar los pasos de mis titulares, se abran las puertas del bello templo, me dé un vuelco el corazón, y las lágrimas amaguen derramarse por doquier...Mª Stma. de la Candelaria saldrá de nuevo a las calles de Córdoba durante unas horas. Entonces el cielo estará más cerca que nunca para todos los hermanos del Huerto.
Existen aún multitud de retazos por rescatar del mundo de las ilusiones sostenidas, de ese lugar intangible donde cada uno de nosotros guardamos, a veces sin saberlo, lo mejor de nuestras vidas.


Rafael Fernández Bretones


(Artículo publicado en el boletín cuaresmal Getsemaní, con motivo de la 25ª salida procesional de Mª Stma. de la Candelaria).

martes, 23 de marzo de 2010

Reliquias fotográficas.Palio de la Reina de los Mártires aún sin bordar.





El cofrade de la Hermandad de la Buena Muerte,
d. Joaquín de Velasco, nos obsequia con una verdadera reliquia en forma de fotografía.
El retrato en blanco y negro perteneció a un hermano ya fallecido de esta corporación.
En ella se pueden observar las bambalinas aún desprovistas de las puntadas del taller de Esperanza Elena Caro. La candelería de Domínguez todavía es escasa, posiblemente al haberse entregado por tandas.

Primer Vídeo de Semana Santa

sábado, 20 de marzo de 2010


"No conozco los designios de mi vida. No se si seré rico o pobre, si estaré enfermo o gozaré de una envidiable salud, no se donde estaré o como moriré. Pero de lo único que estoy seguro, es que cada Domingo de Ramos me enfundaré mi túnica verde oliva, me dirigiré a mi querido templo franciscano, rezaré delante de tu brillante canasto, y cuando se abra ese enorme cancel y la luz se cuele por las rendijas de mi capirote, una vez más Señor mío, una vez más y por todos los años que tu quieras, mis ojos derramarán lágrimas por doquier".
UA-56906955-1